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domingo, 24 de julio de 2016

UN BESO

Voy a darte un beso en diagonal, que empiece en tus labios 

y termine en tus pies, un beso eterno que funda tu alma y 

la mía en una historia, un suspiro, un romántico capítulo de 

Dioses y sus épicas tragedias. Voy a darte un beso en 

espiral, torneando tus pasiones, pegándote mis demonios, 

despertando los tuyos. Voy a darte un beso eterno, con la 

mirada, con el deseo, con todo lo que tenía y ahora es tuyo.





domingo, 29 de mayo de 2016

TRES HERMOSOS POEMAS DE JOSÉ MARTÍ

LA NIÑA DE GUATEMALA




Quiero, a la sombra de un ala,

Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.



Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.



...Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.



Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.



...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.



Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!



...Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.



Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.



Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!





YO SOY UN HOMBRE SINCERO




Yo soy un hombre sincero 
De donde crece la palma, 
Y antes de morirme quiero 
Echar mis versos del alma. 

Yo vengo de todas partes, 

Y hacia todas partes voy: 
Arte soy entre las artes, 
En los montes, monte soy. 

Yo sé los nombres extraños 

De las yerbas y las flores, 
Y de mortales engaños, 
Y de sublimes dolores. 

Yo he visto en la noche oscura 

Llover sobre mi cabeza 
Los rayos de lumbre pura 
De la divina belleza. 

Alas nacer vi en los hombros 

De las mujeres hermosas: 
Y salir de los escombros 
Volando las mariposas. 

He visto vivir a un hombre 

Con el puñal al costado, 
Sin decir jamás el nombre 
De aquella que lo ha matado. 

Rápida, como un reflejo, 

Dos veces vi el alma, dos: 
Cuando murió el pobre viejo, 
Cuando ella me dijo adiós. 

Temblé una vez, —en la reja, 

A la entrada de la viña— 
Cuando la bárbara abeja 
Picó en la frente a mi niña. 

Gocé una vez, de tal suerte 

Que gocé cual nunca: —cuando 
La sentencia de mi muerte 
Leyó el alcaide llorando. 

Oigo un suspiro, a través 

De las tierras y la mar, 
Y no es un suspiro, —es 
Que mi hijo va a despertar. 

Si dicen que del joyero 

Tome la joya mejor, 
Tomo a un amigo sincero 
Y pongo a un lado el amor. 

Yo he visto al águila herida 

Volar al azul sereno, 
Y morir en su guarida 
La víbora del veneno. 

Yo sé bien que cuando el mundo 

Cede, lívido, al descanso, 
Sobre el silencio profundo 
Murmura el arroyo manso. 

Yo he puesto la mano osada, 

De horror y júbilo yerta, 
Sobre la estrella apagada 
Que cayó frente a mi puerta. 

Oculto en mi pecho bravo 

La pena que me lo hiere: 
El hijo de un pueblo esclavo 
Vive por él, calla y muere. 

Todo es hermoso y constante, 

Todo es música y razón, 
Y todo, como el diamante, 
Antes que luz es carbón. 

Yo sé que al necio se entierra 

Con gran lujo y con gran llanto,— 
Y que no hay fruta en la tierra 
Como la del camposanto. 

Callo, y entiendo, y me quito 

La pompa del rimador: 
Cuelgo de un árbol marchito 
Mi muceta de doctor.





A LA PALABRA



Alma que me transportas:
Voz desatada
Que a las almas ajenas
Llevas mi alma;
Cinta, cinta de fuego
Que pura y rauda
A los sueltos humanos
Alegras y atas; -
Pastora, y pastorcilla
Enamorada,
Que junto al blanco y húmedo
Rebaño canta;
Arabe, árabe fiero -
Que en su dorada
Hacanea parece
Volante llama; -
León, león rugiente
De la montaña
Que como alud de oro
Al valle baja,-
Y en el villano impuro
La garra clava,-
Y en el dormido alumbra
El sol del alma; -
Lira, lira imponente
En la más alta
Cúspide de la tierra
Serena, alzada,-
En dos troncos de robles
Corvos las blandas
Cuerdas mordiendo, y trenzas
De rosas blancas
De los hilos sonoros
Sueltas al aura,
Cantando con pasmosas
Hercúleas cántigas,
De los dioses del cielo
Y tierra hazañas,
Y en himnos sin medida,
Como las almas,
Esparciendo a las nubes
La esencia humana,
Que en lento giro asciende
De la batalla





domingo, 7 de febrero de 2016

DEJÉ

Dejé que mis recueros avanzaran coleccionando mariposas, que mi entusiasmo poblara mi atmósfera emborrachando la ciudad con pestilentes alegrías fingidas, dejé mis noches moribundas a la deriva de de un sueño barato, dejé lo que traía, hasta mi voluntad de permanencia.
Dejé atrás todo lo que antes fui y me marche a observar las golondrinas, a consolarme con la humedad de unos labios y endulzarme la vida con un café.

Dejé tanto esta vez, que ya ni me reconozco. Extinguí todas las huelgas del amor, me despoje del sentimiento, le puse nuevo ritmo a esta melodía llamada vida, dejé de dormir en las banquetas de la auto compasión, de alimentarme de pasados, dejé de acompañarme de la soledad para encontrarme y marcharme con mi nuevo YO.

miércoles, 3 de febrero de 2016

UNA CARTA PARA MI ABUELO QUE ESTÁ EN EL CIELO

La vida muere pero el espíritu sigue
el recuerdo vive y alma lo consigue
se alcanzan los sueños
y se matan los disgustos

El, solo avanzo un tramo del camino
abordo el tren, pero me espera en la próxima parada
esta en la fiesta de ángeles
que marchan por la alborada

Dejó un recuerdo
pintado de colores
dejo sus sueños
en nuestros corazones

Se fue sin dejar huella
entre los rocíos de la mañana
Se fue por ti, se fue por mi
se fue por hacerte el espacio más allá

Aun recuerdo sus sabios consejos
recuerdos sus cabellos de plata
que engalanaban el radiante sol
como si enamoraran a la luna

Esa voz cansada por el tiempo,
pero me sostenía una sonrisa

sus ojos tristes que imploraban al creados
pero su mirada era una triste brisa

Aun siento el ultimo abrazo que me dio

nunca supe que sería el ultimo
hasta que mi alma por fin entendió
que se fue así como un día vino.

Su cansado cuerpo descanso
no se podía quedar
una entrada al cielo compro
con un dulce y recio perseverar

En este rincón se extrañara
al que un día fue
hoy es y mañana será

mi abuelo nunca se fue.

sábado, 8 de agosto de 2015

ESCUCHO

Escucho su búsqueda perdida
entre blancas noches que acarician el bosque
que muchos besos abriga
bajo su sombra que de tus ojos emerge.

Déjame escuchar tu silencio
de estrellas congeladas
bajo el cielo de volantes hadas
que con iluciones pagan el precio.

De nostalgias abandonadas
que tuvieron la suerte del tiempo
que abrazo mis miradas
que me decían viejo frente al espejo.

Vi venir tus pasos entre la niebla
pura como olivo floreciente
que alimento la corriente
de este corazón que al verte tiembla.

De escuchar tus pasos sin rumbo
que te trajeron a un forastero
a posar tus labios en los mios de pronto
mientras la suavid del beso cabalgaba el tiempo.

Entre cuatro alas, iniciaba el viaje
sobre el fuego que ardia en ti
del holocausto de nuestras almas.